Fondare 86 Risultati per: Esaú

  • Abrahán fue padre de Isaac. Cuando Isaac tenía cuarenta años, tomó por esposa a Rebeca, hija de Betuel, el arameo de Paddán Aram, y hermana de Labán el arameo.Nacimiento de Esaú y Jacob (Génesis 25, 20)

  • El primero que nació era rojizo y tan peludo que parecía un abrigo de pieles, por lo que lo llamaron Esaú. (Génesis 25, 25)

  • Después salió su hermano, que agarraba con su mano el talón de Esaú, y lo llamaron Jacob.Isaac tenía sesenta años cuando nacieron. (Génesis 25, 26)

  • Los dos muchachos crecieron. Esaú llegó a ser un experto cazador y un hombre de campo abierto, mientras Jacob era un hombre tranquilo a quien le gustaba estar en la tienda. (Génesis 25, 27)

  • Isaac quería a Esaú porque le gustaba la caza, pero Rebeca prefería a Jacob. (Génesis 25, 28)

  • En cierta ocasión estaba Jacob cocinando un guiso, cuando llegó Esaú del campo, muy agotado. (Génesis 25, 29)

  • Dijo Esaú a Jacob: "Por favor, dame un poco de ese guiso rojizo, pues estoy hambriento" (por eso fue llamado Edom, o sea, rojizo). (Génesis 25, 30)

  • Esaú le respondió: «Estoy que me muero, ¿qué me importan mis derechos de primogénito?» (Génesis 25, 32)

  • Jacob entonces dio a su hermano pan y el guiso de lentejas. Esaú comió y bebió, y después se marchó. No hizo mayor caso de sus derechos de primogénito. (Génesis 25, 34)

  • Cuando Esaú tenía cuarenta años, tomó por esposa a Judit, hija de Berí el heteo, y a Basemat, hija de Elón, heteo también. (Génesis 26, 34)

  • Siendo Isaac ya anciano, y con sus ojos tan debilitados que no veía nada, llamó a su hijo mayor Esaú. Como le dijera: «¡Hijo mío!», Esaú respondió: «Aquí estoy". (Génesis 27, 1)

  • Rebeca estaba escuchando la conversación de Isaac con Esaú. Cuando éste se fue al campo en busca de caza para su padre, (Génesis 27, 5)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina