Fondare 85 Risultati per: Eliseo

  • La mujer de uno de la comunidad de profetas imploró a Eliseo, diciendo: "Tu servidor, mi marido, ha muerto, y tú sabes que era un hombre temeroso del Señor. Pero ahora ha venido un acreedor para llevarse a mis dos hijos como esclavos". (II Reyes 4, 1)

  • Eliseo le dijo: "¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en tu casa". Ella le respondió: "Tu servidora no tiene en su casa nada más que un frasco de aceite". (II Reyes 4, 2)

  • Eliseo le dijo: "Ve y pide prestados a todos tus vecinos unos recipientes vacíos; cuántos más sean, mejor. (II Reyes 4, 3)

  • Un día, Eliseo pasó por Sunám. Había allí una mujer pudiente, que le insistió para que se quedara a comer. Desde entonces, cada vez que pasaba, él iba a comer allí. (II Reyes 4, 8)

  • Un día Eliseo llegó por allí, se retiró a la habitación de arriba y se acostó. (II Reyes 4, 11)

  • Eliseo dijo entonces a Guejazí: "Dile: Realmente tú te has desvivido por nosotros; ¿qué se puede hacer por ti? ¿Necesitas una recomendación para el rey o el jefe del ejército?". Ella respondió: "Me siento muy bien donde estoy, en medio de mi gente". (II Reyes 4, 13)

  • Pero Eliseo insistió: "Entonces, ¿qué se puede hacer por ella?". Guejazí respondió: "Lamentablemente, no tiene un hijo y su marido es viejo". (II Reyes 4, 14)

  • "Llámala", dijo Eliseo. Cuando la llamó, ella se quedó junto a la puerta, (II Reyes 4, 15)

  • y Eliseo le dijo: "El año próximo, para esta misma época, tendrás un hijo en tus brazos". Ella exclamó: "No, señor, por favor; tú eres un hombre de Dios, no engañes a tu servidora". (II Reyes 4, 16)

  • Pero la mujer concibió, y dio a luz un hijo al año siguiente, para esa misma época, como se lo había dicho Eliseo. (II Reyes 4, 17)

  • Eliseo dijo a Guejazí: "Cíñete el cinturón, toma mi bastón y vete. Si encuentras a alguien por el camino no lo saludes, y si alguien te saluda no le respondas. Coloca mi bastón sobre el rostro del muchacho". (II Reyes 4, 29)

  • Pero la madre replicó: "Juro por la vida del Señor y por tu propia vida que no te dejaré". Entonces Eliseo se levantó y fue detrás de ella. (II Reyes 4, 30)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina