Fondare 100 Risultati per: armas espirituales
Luego ella y sus compañeras se coronaron con ramos de olivo, y ella, al frente de todo el pueblo, dirigía las danzas corales de todas las mujeres. Al mismo tiempo, los hombres de Israel, con sus armas y ceñidos de coronas, la seguían entonando himnos de alabanza. (Judit 15, 13)
Él piafa de contento en la llanura, se lanza con brío al encuentro de las armas: (Job 39, 21)
preparará sus armas mortíferas, dispondrá sus flechas incendiarias. (Salmos 7, 14)
Allí quebró las flechas fulgurantes del arco, el escudo, la espada y las armas de guerra. Pausa (Salmos 76, 4)
Lo proveyeron de armas y víveres, y depositaron allí el botín que habían reunido en el saqueo de Jerusalén. Así se convirtieron en una permanente amenaza. (I Macabeos 1, 35)
Él extendió la gloria de su pueblo y se revistió de la coraza como un héroe; se ciñó sus armas de guerra y libró batallas, protegiendo al ejército con su espada. (I Macabeos 3, 3)
"Cíñanse las armas, compórtense valerosamente y estén preparados mañana al amanecer para atacar a esos paganos que se han aliado contra nosotros a fin de destruirnos y destruir nuestro Santuario. (I Macabeos 3, 58)
Él fue el primero en cruzar el río en dirección al enemigo, y toda su gente lo siguió. Todos los paganos quedaron derrotados ante ellos, arrojaron sus armas y corrieron a refugiarse en el templo de Carnain. (I Macabeos 5, 43)
Ella tenía un templo muy rico, donde se guardaban armaduras de oro, corazas y armas dejadas allí por Alejandro, hijo de Filipo y rey de Macedonia, el primero que reinó sobre los griegos. (I Macabeos 6, 2)
Le comunicaron que Lisias había ido al frente de un poderoso ejército, pero había tenido que retroceder ante los judíos, y que éstos habían acrecentado su poder, gracias a las armas y al cuantioso botín tomado a los ejércitos vencidos. (I Macabeos 6, 6)
Los israelitas se estremecían al oír el rumor de aquella multitud, el ruido de su marcha y el estrépito de sus armas, porque era un ejército inmenso y poderoso. (I Macabeos 6, 41)
Los sitiados, por su parte, construyeron armas similares para el contraataque, y así resistieron mucho tiempo. (I Macabeos 6, 52)