Fondare 29 Risultati per: Adonías

  • el cuarto, Adonías, hijo de Jaguit; el quinto, Sefatías, hijo de Abital; (II Samuel 3, 4)

  • Entretanto Adonías, el hijo de Jaguit, que quería hacerse rey, se procuró carros y caballería y cincuenta hombres de escolta. (I Reyes 1, 5)

  • Trataba con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, los cuales tomaron partido por Adonías. (I Reyes 1, 7)

  • Pero el sacerdote Sadoc y Benayas, hijo de Yehoyadá; el profeta Natán; Semeí, amigo de David; Reí y la cohorte de valientes de David, no estaban con Adonías. (I Reyes 1, 8)

  • Adonías mató ganado menor y mayor y animales cebados junto a la piedra de Zojélet, situada cerca de la fuente de Roguel, e invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey, y a todos los varones de Judá, servidores del monarca. (I Reyes 1, 9)

  • Natán dijo a Betsabé, la madre de Salomón: "¿No has oído que Adonías, el hijo de Jaguit, intenta reinar sin que lo sepa David, nuestro señor? (I Reyes 1, 11)

  • Ve a visitar al rey David, y dile: ¿No me has jurado tú, ¡oh rey, mi señor!, que tu hijo Salomón te sucederá en tu trono? Entonces, ¿con qué derecho se ha hecho rey Adonías? (I Reyes 1, 13)

  • Pero ahora resulta que Adonías se ha hecho rey sin que tú, ¡oh rey, mi señor!, lo sepas. (I Reyes 1, 18)

  • Luego dijo: "¡Oh rey, mi señor!, tú debes de haber ordenado que Adonías te suceda en el reino y se siente en tu trono. (I Reyes 1, 24)

  • En efecto, hoy ha matado bueyes, animales cebados y ganado menor en gran cantidad y ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y a Abiatar, el sacerdote. Están comiendo y bebiendo en su compañía y gritan: ¡Viva el rey Adonías! (I Reyes 1, 25)

  • Adonías y los invitados oyeron el griterío cuando terminaban el banquete, y Joab dijo: "¿Qué significa ese vocerío de la ciudad?". (I Reyes 1, 41)

  • Aún estaba hablando, cuando llegó Jonatán, hijo de Abiatar, el sacerdote. Adonías le dijo: "Entra, pues tú eres un valiente y traerás buenas nuevas". (I Reyes 1, 42)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina