Fondare 239 Risultati per: Aguas

  • ¿Podrá faltar a la roca que domina la llanura la nieve del Líbano? ¿Se agotarán acaso las aguas de los altos, que corren frescas? (Jeremías 18, 14)

  • Entre lágrimas habían partido, entre consuelos los devuelvo junto a los arroyos de las aguas, por un camino llano, donde no dan traspiés. Pues soy un padre para Israel, Efraín es mi primogénito. (Jeremías 31, 9)

  • ¿Quién era aquel que subía como el Nilo, como torrente de revueltas aguas? (Jeremías 46, 7)

  • Era Egipto, que subía como el Nilo, como torrente de revueltas aguas. (Jeremías 46, 8)

  • Esto dice el Señor: "Suben aguas del norte; es un río desbordante que inunda el país y cuanto encierra, las ciudades y sus habitantes. Gritan los hombres, lanzan gemidos todos los habitantes del país, (Jeremías 47, 2)

  • Los gritos de Jesbón y de Elealé llegan hasta Yahas; se grita desde Soar hasta Joronáyim y Eglat Selisiya, pues también las aguas de Nimrín se convierten en un desierto. (Jeremías 48, 34)

  • ¡Espada sobre sus tesoros, que sean saqueados! ¡Espada sobre sus aguas, que se sequen, porque es un país de ídolos y están locos por sus espantajos! (Jeremías 50, 38)

  • ¡Oh, tú que moras a orillas de aguas abundantes, cuajada de tesoros, ha llegado tu fin, el término de tu destino! (Jeremías 51, 13)

  • A su voz se acumulan las aguas en el cielo; hace subir las nubes del extremo de la tierra, para la lluvia produce los relámpagos y saca de sus depósitos el viento. (Jeremías 51, 16)

  • Es que el Señor devasta a Babilonia y pone fin a su gran ruido por más que sus olas rujan como las grandes aguas y resuene el estruendo de su voz. (Jeremías 51, 55)

  • Las aguas me cubrieron la cabeza y dije: "¡Estoy perdido!". (Lamentaciones 3, 54)

  • Sentí el rumor de las alas mientras se movían; parecía el rumor de aguas ingentes, semejante a la voz del todopoderoso; un ruido tumultuoso como el de un ejército. Y cuando se pararon, replegaron sus alas. (Ezequiel 1, 24)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina