Znaleziono 124 Wyniki dla: asiria
Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, emprendió el regreso y se quedó en Nínive. (II Reyes 19, 36)
Añadiré otros quince años a tu vida; te libraré, a ti y a esta ciudad, de manos del rey de Asiria, y defenderé a esta ciudad por mi honor y el de mi servidor David". (II Reyes 20, 6)
En ese tiempo, el faraón Necao, rey de Egipto, subió en apoyo del rey de Asiria, hacia el río Éufrates. El rey Jo-sías le salió al paso, pero Necao le dio muerte en Meguido, apenas lo divisó. (II Reyes 23, 29)
el hijo de Baal, Beerá, a quien Tiglat Piléser, rey de Asiria, llevó cautivo. Este era jefe de los Rubenitas. (I Crónicas 5, 6)
En ese tiempo, el rey Ajaz mandó a pedir auxilio a los reyes de Asiria. (II Crónicas 28, 16)
Tiglat Piléser, rey de Asiria, en lugar de apoyarlo, lo atacó y lo sitió. (II Crónicas 28, 20)
Ajaz tuvo que despojar la Casa del Señor, el palacio real y las casas de los príncipes, y le entregó todo al rey de Asiria; pero esto no le sirvió de nada. (II Crónicas 28, 21)
Los enviados recorrieron todo Israel y Judá con las cartas del rey y de sus jefes. En ellas se decía lo siguiente, conforme a la orden del rey: "Israelitas: vuelvan al Señor, el Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, y él se volverá al resto que ha quedado de ustedes, a los que han escapado de las manos de los reyes de Asiria. (II Crónicas 30, 6)
Después de estos acontecimientos y de todas estas pruebas de fidelidad, Senaquerib, rey de Asiria, invadió Judá, sitió las ciudades fortificadas y mandó expugnarlas. (II Crónicas 32, 1)
Entonces se reunió una gran multitud y taparon todas las fuentes y el arroyo que corría en medio de esa región, diciendo: "Así, cuando lleguen los reyes de Asiria, no encontrarán agua en abundancia". (II Crónicas 32, 4)
"¡Sean fuertes y tengan valor! No teman ni se acobarden ante el rey de Asiria y ante toda la multitud que lo acompaña, porque el que está con nosotros es más poderoso que el que está con él. (II Crónicas 32, 7)
Después de esto, Senaquerib, rey de Asiria, que se encontraba en Laquis con todas sus tropas, envió a sus servidores a Jerusalén para decir a Ezequías, rey de Judá, y a todo el pueblo de Judá que estaba en Jerusalén: (II Crónicas 32, 9)