Znaleziono 13 Wyniki dla: disciplina

  • Para conocer sabiduría y disciplina, para comprender discursos inteligentes, (Proverbios 1, 2)

  • El temor del Señor es el principio de la sabiduría. Los insensatos desprecian la sabiduría y la disciplina. (Proverbios 1, 7)

  • Mantén la disciplina, no la dejes; guárdala porque ella es tu vida. (Proverbios 4, 13)

  • y no digas: "¡Ay, aborrecí la disciplina y mi corazón despreció la corrección; (Proverbios 5, 12)

  • Porque el precepto es una lámpara; la enseñanza, una luz; la corrección y la disciplina son el camino de la vida, (Proverbios 6, 23)

  • El hijo sabio ama la disciplina, el insolente no escucha la reprensión. (Proverbios 13, 1)

  • Miseria y vergüenza para el que rechaza la disciplina, honor para el que acoge la corrección. (Proverbios 13, 18)

  • Desgraciado el que desprecia la sabiduría y la disciplina; vana es su esperanza, infructuoso su trabajo e inútiles sus obras. (Sabiduría 3, 11)

  • Al comienzo lo llevará por caminos tortuosos y traerá sobre él el miedo y el terror; lo atormentará con su disciplina hasta que ella tenga confianza en él; le probará con sus preceptos. (Eclesiástico 4, 17)

  • ¿Quién aplicará el azote a mis pensamientos, y la disciplina de la sabiduría a mi corazón sin disimular mis errores, para que no incurra en pecados? (Eclesiástico 23, 2)

  • El que teme al Señor acepta la disciplina, y los que le buscan encuentran su favor. (Eclesiástico 32, 14)

  • sino que me impongo una disciplina y domino mi cuerpo, no sea que después de predicar a los demás, yo quede descalificado. (I Corintios 9, 27)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina