Znaleziono 104 Wyniki dla: escritura en la pared/page/8

  • Las tablas eran obra del Señor, y la escritura, escritura del Señor grabada en las tablas. (Exodo 32, 16)

  • El sacerdote presentará la víctima en el altar, le arrancará la cabeza, que quemará sobre el altar, y exprimirá su sangre sobre la pared del altar; (Levítico 1, 15)

  • con parte de su sangre rociará la pared del altar, y el resto lo exprimirá al pie de éste: es un sacrificio por el pecado. (Levítico 5, 9)

  • El ángel del Señor se cruzó entonces en un camino estrecho, en medio de las viñas, con pared a un lado y a otro. (Números 22, 24)

  • La burra, al ver al ángel del Señor, pasó rozando la pared y pillando contra ella el pie de Balaán, el cual se puso a pegarle de nuevo. (Números 22, 25)

  • y la blandió, diciendo: "Clavaré a David en la pared". Pero David esquivó el golpe por dos veces. (I Samuel 18, 11)

  • Saúl intentó clavar a David en la pared con la lanza; pero David esquivó el golpe y la lanza se clavó en la pared. David huyó y se puso a salvo. (I Samuel 19, 10)

  • El rey estaba sentado en su sitio, según su costumbre, junto a la pared; Jonatán se puso enfrente; Abner se sentó al lado de Saúl, y el sitio de David estaba vacío. (I Samuel 20, 25)

  • trató acerca de los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que brota en la pared; disertó acerca de los animales, de las aves, de los reptiles y de los peces. (I Reyes 5, 13)

  • Colocó los querubines en el centro del lugar santísimo y allí estaban con las alas desplegadas, de modo que un ala de uno tocaba en la pared y un ala del otro tocaba la pared opuesta; las otras dos alas se tocaban una a otra en medio del edificio. (I Reyes 6, 27)

  • Ajab entró en su palacio triste e irritado porque Nabot, el yezraelita, no le había querido dar la herencia de sus padres. Se metió en la cama, volvió la cara a la pared y no probó bocado. (I Reyes 21, 4)

  • y él les dijo: "Tiradla abajo". La tiraron, y su sangre salpicó la pared y a los caballos, que la pisotearon. (II Reyes 9, 33)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina