Znaleziono 107 Wyniki dla: historia de Gedeón

  • Gedeón tuvo setenta hijos, pues tenía muchas mujeres. (Jueces 8, 30)

  • Gedeón, hijo de Joás, murió en buena ancianidad y fue sepultado en la tumba de su padre, Joás, en Ofrá de Abiezer. (Jueces 8, 32)

  • Al morir Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse ante los baales y tomaron por dios a Baal Berit. (Jueces 8, 33)

  • y no demostraron agradecimiento a la casa de Yerubaal, o sea Gedeón, por todo el bien que había hecho a Israel. (Jueces 8, 35)

  • El resto de la historia de Salomón, todo lo que hizo, y su sabiduría, está escrito en el libro de los hechos de Salomón. (I Reyes 11, 41)

  • El resto de la historia de Jeroboán, las guerras que hizo y cómo reinó, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (I Reyes 14, 19)

  • El resto de la historia de Roboán y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá. (I Reyes 14, 29)

  • El resto de la historia de Abías y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá. (I Reyes 15, 6)

  • El resto de la historia de Asá, todas sus proezas y todo lo que hizo, las ciudades que edificó, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá. Únicamente que, en su vejez, estuvo enfermo de los pies. (I Reyes 15, 23)

  • El resto de la historia de Nadab y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (I Reyes 15, 31)

  • El resto de la historia de Basá, sus proezas y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (I Reyes 16, 5)

  • El resto de la historia de Zimrí y la conjuración que tramó está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (I Reyes 16, 20)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina