Encontrados 113 resultados para: fin de los tiempos

  • Después apareció Natán que profetizó en tiempos de David. (Sirácides (Eclesiástico) 47, 1)

  • Reveló lo que ocurrirá hasta el fin de los tiempos y mostró las cosas ocultas antes que sucedan. (Sirácides (Eclesiástico) 48, 25)

  • ¡Que nos dé la alegría de corazón, que tengamos la paz en nuestros días, que Israel goce de ella hasta el fin de los tiempos! (Sirácides (Eclesiástico) 50, 23)

  • En los tiempos de Ozías, Jotam, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá, Isaías, hijo de Amós, tuvo esta visión acerca de Judá y Jerusalén. (Isaías 1, 1)

  • Haré a tus gobernantes como eran antes, y a tus consejeros como en otros tiempos. Entonces te llamarán Ciudad Fiel, Lugar de la Justicia. (Isaías 1, 26)

  • Al fin de los tiempos, el cerro de la Casa de Yavéserá puesto sobre los altos montesy dominará los lugares más elevados. (Isaías 2, 2)

  • Esto sucedió en tiempos de Ajaz, hijo de Jotam y nieto de Ozías, rey de Judá. Rasín, rey de Aram y Pecaj, hijo de Romelía, rey de Israel, subieron a Jerusalén para apoderarse de ella, pero no lo consiguieron. (Isaías 7, 1)

  • Pero no se acuerden más de otros tiempos, ni sueñen ya más en las cosas del pasado. (Isaías 43, 18)

  • No son cosas de tiempos pasados, pues recién acabo de decidirlas, y hasta el día de hoy no habías oído de ellas, así que no podrás decir: «Ya lo sabía». (Isaías 48, 7)

  • ¡Despiértate, despiértate con toda tu fuerza, brazo de Yavé! Despiértate como pasó antes, en los tiempos antiguos. ¿No eres tú quien destrozó a Rahab y traspasó al dragón? (Isaías 51, 9)

  • Entonces se acordaron de los tiempos pasados, de los días de Moisés: ¿Dónde está aquel que salvó de la mar al pastor de su rebaño y que puso dentro de ellos su Espíritu Santo, (Isaías 63, 11)

  • La palabra de Yavé le fue dirigida en tiempos de Josías, hijo de Amón y rey de Judá, en el año trece de su reinado, (Jeremías 1, 2)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina