Encontrados 644 resultados para: hermanos

  • Fue con ellos a casa de su padre, en Ofrá, y mató de una vez a todos sus hermanos, hijos de Jerubaal, que eran setenta hombres. Sólo escapó Jotam, el hijo menor de Jerubaal, que pudo esconderse. (Jueces 9, 5)

  • Así debía ser castigado el crimen cometido contra los setenta hijos de Jerubaal, para que su sangre cayera sobre su hermano Abimelec, que los había asesinado, y también sobre los señores de Siquem, que lo habían ayudado a asesinar a sus hermanos. (Jueces 9, 24)

  • Entonces llegó Gaal, hijo de Obed, acompañado de sus hermanos, el cual se ganó la confianza de los señores de Siquem. (Jueces 9, 26)

  • Envió mensajeros donde Abimelec en secreto para decirle: «Mira que Gaal, hijo de Obed, ha llegado con sus hermanos a Siquem y está sublevando a la ciudad contra ti. (Jueces 9, 31)

  • Abimelec volvió a Aruma; pero Zebul expulsó a Gaal y a sus hermanos y no los dejó habitar en Siquem. (Jueces 9, 41)

  • Así, devolvió Dios a Abimelec el mal que había hecho a su padre, matando a sus setenta hermanos. (Jueces 9, 56)

  • Jefté tuvo que huir de sus hermanos y se fue a la región de Tob; allí se le juntó una banda de aventureros que hacían sus correrías con él. (Jueces 11, 3)

  • Su padre y su madre le dijeron: «¿No hay ninguna mujer entre las hijas de tus hermanos y en todo el pueblo, para que vayas a tomar mujer entre esos filisteos incircuncisos?» Sansón le respondió a su padre: «Toma ésta para mí, porque es la que me gusta.» (Jueces 14, 3)

  • Sus hermanos y toda la familia de su padre bajaron y se lo llevaron. Lo sepultaron entre Sora y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoaj. Había juzgado a Israel durante veinte años. (Jueces 16, 31)

  • Cuando volvieron donde sus hermanos, éstos les preguntaron: «¿Qué noticias traen?» (Jueces 18, 8)

  • Entonces los cinco hombres que habían ido a explorar la tierra tomaron la palabra y dijeron a sus hermanos: «No saben lo que hay en una de estas casas: un mueble para sacar la suerte, unos idolitos y una estatua de madera cubierta de metal. Consideren, pues, lo que tienen que hacer.» (Jueces 18, 14)

  • El dueño de la casa salió donde ellos y les dijo: «No, hermanos míos, no se porten mal con él. Ya que este hombre ha entrado en mi casa, no cometan infamia contra él. (Jueces 19, 23)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina