Encontrados 396 resultados para: judíos exiliados
«Rey Agripa, me siento afortunado de poderme defender hoy ante ti de todo lo que me reprochan los judíos, (Hecho de los Apóstoles 26, 2)
Todos los judíos saben cómo he vivido desde mi juventud, tanto en la comunidad judía como en Jerusalén. (Hecho de los Apóstoles 26, 4)
de hecho, el culto perpetuo que nuestras doce tribus rinden a Dios noche y día no tiene otro propósito que el de alcanzar esta promesa. Por esta esperanza, oh rey, me acusan los judíos. (Hecho de los Apóstoles 26, 7)
Muy por el contrario, empecé a predicar, primero a la gente de Damasco, luego en Jerusalén y en el país de los judíos, y por último en las naciones paganas. Y les pedía que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, mostrando en adelante los frutos de una verdadera conversión. (Hecho de los Apóstoles 26, 20)
Por cumplir esta misión los judíos me detuvieron en el Templo y trataron de matarme. (Hecho de los Apóstoles 26, 21)
Tres días después Pablo convocó a los judíos principales. Una vez reunidos, les dijo: «Hermanos, acaban de traerme preso de Jerusalén. He sido entregado a los romanos sin que yo haya ofendido a las autoridades de nuestro pueblo ni las tradiciones de nuestros padres. (Hecho de los Apóstoles 28, 17)
Pero los judíos se opusieron y me vi obligado a apelar al César, sin la menor intención de acusar a las autoridades de mi pueblo. (Hecho de los Apóstoles 28, 19)
Al final los judios se retiraron muy divididos; Pablo los despidió con estas palabras: «Es muy acertado lo que dijo el Espíritu Santo cuando hablaba a sus padres por boca del profeta Isaías: (Hecho de los Apóstoles 28, 25)
hemos recibido gracia y misión,para que en todos los pueblos no-judíos sea recibida la fe,para gloria de su nombre. (Carta a los Romanos 1, 5)
Como ven, no me avergüenzo del Evangelio. Es una fuerza de Dios y salvación para todos los que creen, en primer lugar para los judíos, y también para los griegos. (Carta a los Romanos 1, 16)
Grande, bajo todo punto de vista. En primer lugar, fue a los judíos a quienes confió Dios su palabra. (Carta a los Romanos 3, 2)
¿Tenemos, entonces, alguna superioridad? Sí y no. Acabamos de demostrar que todos, judíos y no judíos, están bajo el dominio del pecado, (Carta a los Romanos 3, 9)