Encontrados 244 resultados para: lavar los pies
La mujer, al verse descubierta, se presentó temblando y se echó a los pies de Jesús. Después contó delante de todos por qué lo había tocado y cómo había quedado instantáneamente sana. (Evangelio según San Lucas 8, 47)
Pero donde no los quieran recibir, no salgan del pueblo sin antes sacudir el polvo de sus pies: esto será un testimonio contra ellos.» (Evangelio según San Lucas 9, 5)
Nos sacudimos y les dejamos hasta el polvo de su ciudad que se ha pegado a nuestros pies. Con todo, sépanlo bien: el Reino de Dios ha venido a ustedes. (Evangelio según San Lucas 10, 11)
Tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor y se quedó escuchando su palabra. (Evangelio según San Lucas 10, 39)
Pero el padre dijo a sus servidores: «¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo. Colóquenle un anillo en el dedo y traigan calzado para sus pies. (Evangelio según San Lucas 15, 22)
y se echó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole las gracias. Era un samaritano. (Evangelio según San Lucas 17, 16)
hasta que ponga a tus enemigos bajo tus pies. (Evangelio según San Lucas 20, 43)
Miren mis manos y mis pies: soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos como ustedes ven que yo tengo.» (Evangelio según San Lucas 24, 39)
(Y dicho esto les mostró las manos y los pies). (Evangelio según San Lucas 24, 40)
Esta María era la misma que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos. Su hermano Lázaro era el enfermo. (Evangelio según San Juan 11, 2)
Al llegar María a donde estaba Jesús, en cuanto lo vio, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» (Evangelio según San Juan 11, 32)
Y salió el muerto. Tenía las manos y los pies atados con vendas y la cabeza cubierta con un velo. Jesús les dijo: «Desátenlo y déjenlo caminar.» (Evangelio según San Juan 11, 44)