Encontrados 124 resultados para: ofrendas quemadas

  • Después de éstas brotaron otras siete espigas pequeñas y quemadas por el viento, (Génesis 41, 6)

  • y estas espigas pequeñas y quemadas por el viento se tragaron a las siete granadas y repletas. Se despertó Faraón, y se dio cuenta que era un sueño. (Génesis 41, 7)

  • Pero brotaron detrás de ellas siete espigas pequeñas, vacías y quemadas por el viento. (Génesis 41, 23)

  • Las siete vacas feas y raquíticas que salieron detrás, al igual que las siete espigas vacías y quemadas por el viento del este, son siete años de hambre. (Génesis 41, 27)

  • Jetró, suegro de Moisés, ofreció un sacrificio y presentó a Dios ofrendas. Vinieron entonces Aarón y todos los jefes de Israel para compartir una comida con el suegro de Moisés en la presencia de Dios. (Exodo 18, 12)

  • «Pide a los israelitas que me ofrezcan una contribución. Tú recibirás todas sus ofrendas voluntarias. (Exodo 25, 2)

  • Harás también de oro las fuentes, los vasos, los jarros y las tazas para las ofrendas liquidas. (Exodo 25, 29)

  • Todos los hijos de Israel, hombres y mujeres, a quienes su generosidad había impulsado a llevar algo para cualquiera de los trabajos que Yavé, por medio de Moisés, les había encomendado, trajeron sus ofrendas voluntarias a Yavé. (Exodo 35, 29)

  • y les entregó todas las ofrendas que los hijos de Israel habían reservado para la ejecución de las obras del Santuario. Mientras tanto, los hijos de Israel seguían entregando a Moisés, cada mañana, ofrendas voluntarias. (Exodo 36, 3)

  • Entonces Moisés mandó correr la voz por todo el pueblo: «Ni hombre ni mujer reserve ya más ofrendas para el Santuario.» (Exodo 36, 6)

  • El pueblo, pues, dejó de traer ofrendas, pues había material de sobra para construir toda la obra. (Exodo 36, 7)

  • Presentarás al sacerdote dichas ofrendas que llevas a Yavé, para que las presente al altar. (Levítico 2, 8)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina