Encontrados 566 resultados para: sabiduría de Salomón

  • Después, Salomón edificó su casa y en trece años la terminó totalmente. (1 Reyes 7, 1)

  • Había también un Salón del Trono, donde Salomón administraba la justicia, y que se llamaba Salón del Juicio, cubierto de cedro desde un extremo hasta el otro. (1 Reyes 7, 7)

  • La casa donde él vivía estaba en otro patio, detrás del Salón, pero de forma parecida. Y se hizo otra casa para la hija de Faraón que Salomón había tomado por esposa. (1 Reyes 7, 8)

  • El rey Salomón mandó a buscar a Hiram de Tiro. Este era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, pero su padre era de Tiro y artesano en bronce. (1 Reyes 7, 13)

  • Hiram hizo también los ceniceros, las paletas y unos calderos chicos para el agua. Hiram terminó todo lo que Salomón le había encargado para la Casa de Yavé: (1 Reyes 7, 40)

  • Salomón puso en la Casa de Yavé todos los objetos que había mandado hacer: el altar de oro y la mesa de oro, donde se ponían los panes de la ofrenda, (1 Reyes 7, 48)

  • Así fue concluida toda la obra que hizo el rey Salomón para la Casa de Yavé. Salomón hizo traer todo lo consagrado por David, su padre, la plata, el oro y todos los otros objetos, y los puso en los tesoros de la Casa de Yavé. (1 Reyes 7, 51)

  • Salomón congregó en Jerusalén a todos los jefes de Israel, a los jefes de sus tribus y a los príncipes de sus familias, para subir el Arca de la Alianza de Yavé desde la ciudad de David llamada Sión. (1 Reyes 8, 1)

  • Todos los hombres de Israel se reunieron junto a Salomón en el mes de Etanim, que es el séptimo del año, en la Fiesta de las Chozas. (1 Reyes 8, 2)

  • El rey Salomón y toda la comunidad de Israel, reunida con él ante el Arca, sacrificaron ovejas y bueyes en tal cantidad que no se podían contar. (1 Reyes 8, 5)

  • Entonces Salomón declaró: «Yavé ha dicho que permanecía en una espesa nube. (1 Reyes 8, 12)

  • Entonces Salomón se puso ante el altar de Yavé, en presencia de toda la asamblea de Israel. Extendió sus manos al cielo (1 Reyes 8, 22)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina