Encontrados 189 resultados para: Dinero Sagrado

  • los cambiarás por dinero y luego irás a ese lugar, llevando contigo el dinero. (Deuteronomio 14, 25)

  • Allí podrás comprar con ese dinero todo lo que desees: ganado mayor o menor, vino o bebida fermentada, en una palabra, cualquier cosa que sea de tu agrado. Entonces comerás en la presencia del Señor, tu Dios, y te alegrarás junto con tu familia. (Deuteronomio 14, 26)

  • No plantarás ninguna clase de árbol, para tenerlo como poste sagrado, junto al altar que dediques al Señor, tu Dios. (Deuteronomio 16, 21)

  • Pero si más tarde dejas de quererla, le permitirás disponer de sí misma, y no podrás venderla por dinero ni maltratarla, porque la has violentado. (Deuteronomio 21, 14)

  • No obligues a tu hermano a pagar interés, ya se trate de un préstamo de dinero, de víveres, o de cualquier otra cosa que pueda producir interés. (Deuteronomio 23, 20)

  • Aquella misma noche, el Señor dijo a Gedeón: "Toma el novillo de tu padre y otro toro de siete años. Luego destruirás el altar del Baal que pertenece a tu padre y cortarás el poste sagrado que está junto a él. (Jueces 6, 25)

  • Después edificarás al Señor, tu Dios, en la cima de esta altura escarpada, un altar muy bien construido. Entonces tomarás el otro toro y lo ofrecerás en holocausto, con la leña del poste sagrado". (Jueces 6, 26)

  • A la mañana siguiente, toda la gente vio que el altar del Baal estaba destruido y que habían cortado el poste sagrado que estaba junto a él. Vieron también que un novillo había sido ofrecido en holocausto sobre el altar que acababa de ser edificado. (Jueces 6, 28)

  • En seguida dijeron a Joás: "Trae aquí a tu hijo. ¡Él debe morir, porque ha derribado el altar del Baal y ha cortado el poste sagrado que estaba junto a él!". (Jueces 6, 30)

  • Dalila comprendió que él le había abierto todo su corazón, y mandó llamar a los príncipes de los filisteos, diciendo: "Suban esta vez, porque me ha revelado todo su secreto". Los príncipes de los filisteos fueron a verla, llevando el dinero convenido. (Jueces 16, 18)

  • Ajab hizo también el Poste sagrado, y continuó provocando la indignación del Señor, el Dios de Israel, más que todos los reyes que lo habían precedido. (I Reyes 16, 33)

  • Ajab dijo a Nabot: "Dame tu viña para hacerme una huerta, ya que está justo al lado de mi casa. Yo te daré a cambio una viña mejor o, si prefieres, te pagaré su valor en dinero". (I Reyes 21, 2)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina