Encontrados 217 resultados para: Filisteos

  • "¿Quién ha hecho esto?", preguntaron entonces los filisteos. "Fue Sansón, el yerno del timnita, les respondieron; lo hizo porque su suegro le quitó a su mujer y se la dio a su compañero". Entonces los filisteos subieron y quemaron a aquella mujer y a su familia. (Jueces 15, 6)

  • Los filisteos subieron a acampar en Judá e hicieron una incursión por Lejí. (Jueces 15, 9)

  • Entonces tres mil hombres de Judá bajaron hasta la cueva de la roca de Etám y dijeron a Sansón: "¿No sabes que los filisteos nos tienen dominados? ¿Qué nos has hecho?". Él les respondió: "Yo los traté como ellos me trataron a mí". (Jueces 15, 11)

  • Ellos replicaron: "Bajamos para entregarte atado en manos de los filisteos". Sansón les dijo: "Júrenme que no son ustedes los que me van a matar". (Jueces 15, 12)

  • "No, no te mataremos, le respondieron; sólo queremos llevarte atado y entregarte a los filisteos". Entonces lo ataron con dos cuerdas nuevas y lo sacaron de entre las rocas. (Jueces 15, 13)

  • Cuando estaban por llegar a Lejí, los filisteos le salieron al encuentro dando gritos de triunfo. Entonces el espíritu del Señor se apoderó de él: las cuerdas que sujetaban sus brazos fueron como hilos de lino quemados por el fuego y las ataduras se deshicieron entre sus manos. (Jueces 15, 14)

  • Sansón juzgó a Israel, en tiempos de los filisteos, por espacio de veinte años. (Jueces 15, 20)

  • Los príncipes de los filisteos fueron a verla y le dijeron: "Sedúcelo y averigua de dónde le viene esa fuerza tan enorme, y qué podríamos hacer para atarlo y tenerlo sometido. Te daremos cada uno mil cien siclos de plata". (Jueces 16, 5)

  • Los príncipes de los filisteos le mandaron siete cuerdas de arco frescas, sin dejarlas secar, y Dalila lo ató con esas cuerdas. (Jueces 16, 8)

  • Y como ella tenía a unos hombres emboscados en la habitación, le gritó: "¡Sansón, los filisteos se te vienen encima!". Pero él rompió las cuerdas de arco como se rompe un cordón de estopa al primer contacto con el fuego. Y no se descubrió el secreto de su fuerza. (Jueces 16, 9)

  • Dalila tomó unas cuerdas nuevas y lo ató con ellas. Luego gritó: "¡Sansón, los filisteos se te vienen encima!". En la habitación había gente emboscada, pero el rompió las cuerdas de sus brazos como si fueran un hilo. (Jueces 16, 12)

  • Entonces ella lo hizo dormir, entretejió las siete trenzas de su cabellera con la urdimbre de un tejido y las fijó con la clavija. Luego le gritó: "¡Sansón, los filisteos se te vienen encima!". Él se despertó de su sueño, y arrancó la clavija y el tejido. Y no se descubrió el secreto de su fuerza. (Jueces 16, 14)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina