Encontrados 187 resultados para: Jordán

  • inunda de inteligencia como el Éufrates y como el Jordán en los tiempos de la cosecha; (Eclesiástico 24, 26)

  • porque ya no habrá oscuridad allí donde reinaba la angustia. En un primer tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y al país de Neftalí, pero en el futuro llenará de gloria la ruta del mar, el otro lado del Jordán, el distrito de los paganos. (Isaías 8, 23)

  • Si ya te fatiga una carrera de a pie, ¿cómo competirás con los caballos? Si en una tierra de paz no te sientes seguro, ¿qué harás en la espesura del Jordán? (Jeremías 12, 5)

  • Como un león que sube de la espesura del Jordán a una pradera siempre verde, así yo los haré huir de allí en un instante, y allí estableceré a mi elegido. Porque ¿quién es como yo? ¿Quién me citará a juicio? ¿Quién es el pastor que se me opondrá? (Jeremías 49, 19)

  • Como un león que sube de la espesura del Jordán a una pradera siempre verde, así yo los haré huir de allí en un instante, y allí estableceré a mi elegido. Porque ¿quién es como yo? ¿Quién me citará a juicio? ¿Quién es el pastor que se me opondrá? (Jeremías 50, 44)

  • Por el lado oriental, entre Jaurán y Damasco, entre Galaad y el país de Israel, la frontera estará delimitada por el Jordán, hasta el mar oriental, en dirección a Tamar: este es el lado oriental. (Ezequiel 47, 18)

  • Escuchen el gemido de los pastores, porque ha sido arrasado su esplendor; escuchen el rugido de los leones, porque ha sido arrasado el orgullo del Jordán. (Zacarías 11, 3)

  • La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, (Mateo 3, 5)

  • y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. (Mateo 3, 6)

  • Entonces Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por él. (Mateo 3, 13)

  • Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, dejó la Galilea y fue al territorio de Judea, más allá del Jordán. (Mateo 19, 1)

  • Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. (Marcos 1, 5)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina