Encontrados 312 resultados para: Montaña
Así ustedes sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que habito en Sión, mi santa Montaña. Jerusalén será un lugar santo, y los extranjeros no pasarán más por ella. (Joel 4, 17)
¡Ay de los que se sienten seguros en Sión y de los que viven confiados en la montaña de Samaría, esos notables de la primera de las naciones, a los que acude la casa de Israel! (Amós 6, 1)
¿Acaso ese día -oráculo del Señor- no haré desaparecer a los sabios de Edóm y la inteligencia de la montaña de Esaú? (Abdías 1, 8)
Tus valientes tendrán miedo, Temán, a fin de que todo hombre sea extirpado de la montaña de Esaú. Por la masacre, (Abdías 1, 9)
Sí, como ustedes bebieron sobre mi Montaña santa, así beberán sin cesar todas las naciones: ¡beberán y se hartarán, y serán como si nunca hubieran existido! (Abdías 1, 16)
Pero sobre la montaña de Sión habrá refugiados -ese será un lugar santo- y la casa de Jacob reconquistará sus posesiones. (Abdías 1, 17)
Los del Négueb poseerán la montaña de Esaú y la Sefelá, el país de los filisteos; ellos poseerán el territorio de Efraím y el territorio de Samaría, y Benjamín ocupará Galaad. (Abdías 1, 19)
Ellos subirán victoriosos a la montaña de Sión, para juzgar a la montaña de Esaú. ¡Y al Señor pertenecerá la realeza! (Abdías 1, 21)
Por eso, a causa de ustedes, Sión será un campo arado, Jerusalén, un montón de ruinas, y la montaña del Templo, una altura boscosa. (Miqueas 3, 12)
Sucederá al fin de los tiempos qu e la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas. Los pueblos afluirán hacia ella (Miqueas 4, 1)
y acudirán naciones numerosas, que dirán: "¡Vengan, subamos a la Montaña del Señor y a la Casa del Dios de Jacob! Él nos instruirá en sus caminos y caminaremos por sus sendas". Porque de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén, la palabra del Señor. (Miqueas 4, 2)
De las tullidas, haré un resto, y de las alejadas, una nación poderosa. Y el Señor reinará sobre ellas en la montaña de Sión, desde ahora y para siempre. (Miqueas 4, 7)