Encontrados 112 resultados para: Niños

  • los niños no debían ser circuncidados y todos debían hacerse abominables a sí mismos con toda clase de impurezas y profanaciones, (I Macabeos 1, 48)

  • los objetos que eran su gloria fueron llevados como botín, sus niños masacrados en las plazas, sus jóvenes pasados al filo de la espada enemiga. (I Macabeos 2, 9)

  • y circuncidando por la fuerza a los niños incircuncisos que hallaron en el territorio de Israel. (I Macabeos 2, 46)

  • pero los romanos, al enterarse, habían enviado contra ellos a un solo general para combatirlos: así mataron a muchos de ellos, llevaron prisioneros a sus mujeres y sus niños, saquearon sus bienes, sometieron al país, arrasaron sus fortalezas y les impusieron su dominio hasta el día de hoy. (I Macabeos 8, 10)

  • Simón, aunque se dio cuenta del engaño, mandó traer el dinero y a los niños, a fin de no provocar una fuerte oposición de parte del pueblo, (I Macabeos 13, 17)

  • que de lo contrario hubiera dicho: "Por no haberle enviado el dinero y a los niños, ha muerto Jonatán". (I Macabeos 13, 18)

  • Entonces envió a los niños, junto con los cien talentos, pero Trifón faltó a su palabra y no liberó a Jonatán. (I Macabeos 13, 19)

  • Los habitantes de la ciudad, con sus mujeres y sus niños, subieron a la muralla, rasgándose las vestiduras y pidiendo a gritos a Simón que les concediera la paz. (I Macabeos 13, 45)

  • Fue una verdadera matanza de jóvenes y ancianos, una masacre de muchachos, mujeres y niños, una carnicería de muchachas y niños de pecho. (II Macabeos 5, 13)

  • Antíoco envió a Apolonio, jefe de los mercenarios de Misia, con un ejército de veintidós mil soldados, dándole la orden de degollar a todos los hombres adultos y de vender a las mujeres y a los niños. (II Macabeos 5, 24)

  • Dos mujeres fueron delatadas por haber circuncidado a sus hijos, y después de hacerlas pasear públicamente por la ciudad con sus niños colgados del pecho, las precipitaron desde lo alto de la muralla. (II Macabeos 6, 10)

  • que se acordara de la inicua masacre de los niños inocentes y se vengara de las blasfemias proferidas contra su Nombre. (II Macabeos 8, 4)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina