Encontrados 334 resultados para: madre

  • Maldito sea el que menosprecia a su padre o a su madre. Y todo el pueblo responderá: Amén. (Deuteronomio 27, 16)

  • Maldito sea el que se acuesta con su hermana, la hija de su padre o de su madre. Y todo el pueblo responderá: Amén. (Deuteronomio 27, 22)

  • el que dijo de su padre y de su madre: ‘No los he visto’; el que no reconoció a sus hermanos e ignoró hasta a sus propios hijos. Porque ellos observaron tu palabra y mantuvieron tu alianza. (Deuteronomio 33, 9)

  • de que dejarán con vida a mi padre, a mi madre, a mis hermanos y a mis hermanas, y a todo cuanto les pertenece, y que nos librarán de la muerte". (Josué 2, 13)

  • "Cuando nosotros entremos en el país, tú atarás este cordón escarlata a la ventana por la que nos hiciste bajar, y reunirás contigo, dentro de la casa, a tu padre, a tu madre, a tus hermanos y a toda tu familia. (Josué 2, 18)

  • Aquellos jóvenes espías fueron e hicieron salir a Rajab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que le pertenecía. También hicieron salir a sus otros parientes, y los instalaron fuera del campamento de Israel. (Josué 6, 23)

  • Ya no había más jefes, no había ni uno solo en Israel, hasta que te levantaste tú, Débora, hasta que te levantaste tú, madre en Israel. (Jueces 5, 7)

  • La madre de Sísara se asoma por la ventana, a través del enrejado, y se lamenta: ‘¿Por qué tarda en llegar su carro? ¿Por qué se han retrasado sus carros de combate?’. (Jueces 5, 28)

  • Gedeón les respondió: "Ellos eran mis hermanos, hijos de mi madre. ¡Juro por la vida del Señor, que si ustedes les hubieran perdonado la vida, ahora no los mataría!". (Jueces 8, 19)

  • Abimélec, hijo de Ierubaal, fue a Siquém, donde estaban los hermanos de su madre, y les dijo a ellos y a todo el clan de la casa paterna de su madre: (Jueces 9, 1)

  • Los hermanos de su madre comunicaron estas palabras de Abimélec a los señores de Siquém, y estos se pusieron de parte de él, porque decían: "Es nuestro hermano". (Jueces 9, 3)

  • Pero me dijo: ‘Concebirás y darás a luz un hijo. En adelante, no bebas vino, ni bebida fermentada, ni comas nada impuro, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno de su madre hasta el día de su muerte’". (Jueces 13, 7)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina