Encontrados 543 resultados para: muerte de Sara

  • Su fe no flaqueó, al considerar que su cuerpo estaba como muerto -era casi centenario- y que también lo estaba el seno de Sara. (Romanos 4, 19)

  • Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más ahora que estamos reconciliados, seremos salvados por su vida. (Romanos 5, 10)

  • Por lo tanto, por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. (Romanos 5, 12)

  • Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso en aquellos que no habían pecado, cometiendo una transgresión semejante a la de Adán, que es figura del que debía venir. (Romanos 5, 14)

  • Pero no hay proporción entre el don y la falta. Porque si la falta de uno solo provocó la muerte de todos, la gracia de Dios y el don conferido por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, fueron derramados mucho más abundantemente sobre todos. (Romanos 5, 15)

  • En efecto, si por la falta de uno solo reinó la muerte, con mucha más razón, vivirán y reinarán por medio de un solo hombre, Jesucristo, aquellos que han recibido abundantemente la gracia y el don de la justicia. (Romanos 5, 17)

  • Porque así como el pecado reinó produciendo la muerte, también la gracia reinará por medio de la justicia para la Vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor. (Romanos 5, 21)

  • ¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, nos hemos sumergido en su muerte? (Romanos 6, 3)

  • Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que así como Cristo resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva. (Romanos 6, 4)

  • Porque si nos hemos identificado con Cristo por una muerte semejante a la suya, también nos identificaremos con él en la resurrección. (Romanos 6, 5)

  • Sabemos que Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre él. (Romanos 6, 9)

  • Ni hagan de sus miembros instrumentos de injusticia al servicio del pecado, sino ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han pasado de la muerte a la Vida, y hagan de sus miembros instrumentos de justicia al servicio de Dios. (Romanos 6, 13)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina