Encontrados 140 resultados para: pobre
Ella es pisoteada por los pies del pobre, por las pisadas de los débiles. (Isaías 26, 6)
En cuanto al sinvergüenza, usa malas artes, no planea más que infamias, para arruinar a los indigentes con engaños, cuando el pobre reclama su derecho. (Isaías 32, 7)
El que es demasiado pobre para hacer esa ofrenda elige una madera que no se pudra y se busca un hábil artesano para erigir un ídolo que no se tambalee. (Isaías 40, 20)
Por eso, ¡escucha esto, pobre desdichada, ebria, pero no de vino! (Isaías 51, 21)
Todo esto lo hizo mi mano y todo me pertenece -oráculo del Señor-. Aquel hacia quien vuelvo la mirada es el pobre, de espíritu acongojado, que se estremece ante mis palabras. (Isaías 66, 2)
Hasta en los bordes de tu vestido se encuentra sangre de gente pobre, inocente, que tú no habías sorprendido perforando una pared. Y a pesar de todo esto, (Jeremías 2, 34)
Sí, oigo gritos como los de una parturienta, gemidos como los de una primeriza: es la voz de la hija de Sión que pierde el aliento, que extiende las manos: "¡Ay, pobre de mí, estoy exhausta frente a los asesinos!". (Jeremías 4, 31)
Él juzgaba la causa del pobre y del indigente, y entonces todo le iba bien. ¿No es eso conocerme? -oráculo del Señor-. (Jeremías 22, 16)
Por eso, así habla el Señor acerca de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá: ¡Pobre de ese hombre! Nadie se lamentará por él: "¡Ay, hermano mío! ¡Ay, hermana mía!". Nadie se lamentará por él: "¡Ay, señor! ¡Ay, su Majestad!". (Jeremías 22, 18)
Todos los jefes de las tropas que estaban en el campo, lo mismo que sus hombres, se enteraron de que el rey de Babilonia, había nombrado a Godolías, hijo de Ajicam, gobernador del país, y le había encomendado a los hombres, las mujeres y los niños, y a la gente pobre del país, que no habían sido deportados a Babilonia. (Jeremías 40, 7)
Tú dices: ‘¡Pobre de mí, porque el Señor añade aflicción a mi dolor! ¡Estoy cansado de gemir, y no encuentro descanso!’. (Jeremías 45, 3)
Pero dejó una parte de la gente pobre del país como viñadores y cultivadores. (Jeremías 52, 16)