Encontrados 120 resultados para: vestiduras sacerdotales

  • El ángel tomó la palabra y dijo a los que estaban de pie delante de él: "Quítenle la ropa sucia". Luego dijo a Josué: "Yo te he sacado de encima tu iniquidad y te pondré vestiduras de fiesta". (Zacarías 3, 4)

  • Y añadió: "Coloquen sobre su cabeza un turbante limpio y pónganle vestiduras de fiesta". Ellos le pusieron el turbante limpio sobre la cabeza y las vestiduras de fiesta, mientras el ángel del Señor permanecía allí de pie. (Zacarías 3, 5)

  • Así habla el Señor de los ejércitos: En aquellos días, diez hombres de todas las lenguas que hablan las naciones, tomarán a un judío por el borde de sus vestiduras y le dirán: "Queremos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes". (Zacarías 8, 23)

  • Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. (Mateo 17, 2)

  • Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: «Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Ustedes acaban de oír la blasfemia. (Mateo 26, 65)

  • Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron de nuevo sus vestiduras y lo llevaron a crucificar. (Mateo 27, 31)

  • Después de crucificarlo, los soldados sortearon sus vestiduras y se las repartieron; (Mateo 27, 35)

  • Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. (Mateo 28, 3)

  • Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. (Marcos 9, 3)

  • Y él les enseñaba: «Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas (Marcos 12, 38)

  • Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras y exclamó: «¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? (Marcos 14, 63)

  • Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto de púrpura y le pusieron de nuevo sus vestiduras. Luego lo hicieron salir para crucificarlo. (Marcos 15, 20)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina