Encontrados 102 resultados para: ángeles caídos

  • De David. Te doy gracias, Yahveh, de todo corazón, pues tú has escuchado las palabras de mi boca. En presencia de los ángeles salmodio para ti, (Salmos 138, 1)

  • alabadle, ángeles suyos todos, todas sus huestes, alabadle! (Salmos 148, 2)

  • Pues de no esperar que los soldados caídos resucitarían, habría sido superfluo y necio rogar por los muertos; (II Macabeos 12, 44)

  • Por estar mano sobre mano se desploma la viga, y por brazos caídos la casa se viene abajo. (Eclesiastés 10, 18)

  • A tu pueblo, por el contrario, le alimentaste con manjar de ángeles; les suministraste, sin cesar desde el ciel un pan ya preparado que podía brindar todas las delicias y satisfacer todos los gustos. (Sabiduría 16, 20)

  • Muchos han caído a filo de espada, mas no tantos como los caídos por la lengua. (Eclesiástico 28, 18)

  • de rumores henchida, ciudad alborotada, villa bullanguera? Tus caídos no son caídos a espada ni muertos en guerra. (Isaías 22, 2)

  • Allí está Asur y toda su asamblea con sus sepulcros en torno a él, todos caídos, víctimas de la espada; (Ezequiel 32, 22)

  • sus sepulcros han sido puestos en las profundidades de la fosa, y su asamblea está en torno a su sepulcro, todos caídos víctimas de la espada, los que sembraban el pánico en la tierra de los vivos. (Ezequiel 32, 23)

  • Allí está Elam con toda su multitud en torno a su sepulcro; todos caídos víctimas de la espada, han bajado, incircuncisos, a los infiernos, ellos que sembraban el pánico en la tierra de los vivos. Soportan su ignominia con los que bajan a la fosa. (Ezequiel 32, 24)

  • No yacen con los héroes caídos de antaño, aquellos que bajaron al seol con sus armas de guerra, a los que se les ha puesto la espada bajo su cabeza y los escudos sobre sus huesos, porque el pánico de los héroes cundía en la tierra de los vivos. (Ezequiel 32, 27)

  • Angeles del Señor, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente. (Daniel 3, 58)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina