Encontrados 83 resultados para: bendición

  • Esta es la bendición con la que Moisés, hombre de Dios, bendijo a los israelitas antes de morir. (Deuteronomio 33, 1)

  • Para Neftalí dijo: Neftalí, saciado de favor, colmado de la bendición de Yahveh, Oeste y Mediodía son su posesión. (Deuteronomio 33, 23)

  • Luego, Josué leyó todas las palabras de la Ley - la bendición y la maldición - a tenor de cuanto está escrito en el libro de la Ley. (Josué 8, 34)

  • Moisés había dado a la media tribu de Manasés su parte en Basán; a la otra media se la dio Josué entre sus hermanos, al lado occidental del Jordán. Cuando los mandó Josué a sus tiendas, les dio la bendición (Josué 22, 7)

  • dígnate, pues, bendecir la casa de tu siervo para que permanezca por siempre en tu presencia, pues tú mi Señor Yahveh, has hablado y con tu bendición la casa de tu siervo será eternamente bendita.» (II Samuel 7, 29)

  • El rey dijo a Absalón: «No, hijo mío, no podemos ir todos para no serte gravosos.» Insistió, pero el rey no quiso ir y le dio su bendición. (II Samuel 13, 25)

  • y los levitas Josué, Cadmiel, Baní, Jasabneías, Serebías, Hodiyías, Sebanías y Petajías dijeron: «¡Levantaos, bendecid a Yahveh nuestro Dios!») ¡Bendito seas, Yahveh Dios nuestro, de eternidad en eternidad! ¡Y sea bendito el Nombre de tu Gloria que supera toda bendición y alabanza! (Nehemías 9, 5)

  • porque no recibieron a los israelitas con pan y agua. Tomaron a sueldo contra ellos a Balaam, para maldecirles, pero nuestro Dios cambió la maldición en bendición.» (Nehemías 13, 2)

  • Ragüel bendijo al Dios del Cielo, diciendo: ¡Bendito seas, oh Dios, con toda pura bendición y seas bendecido por los siglos todos! (Tobías 8, 15)

  • Se acercó Tobit a Sarra, la mujer de su hijo, y la bendijo diciendo: «¡Bienvenida seas, hija! Y bendito sea tu Dios, hija, que te ha traído hasta nosotros. Bendito sea tu padre, y bendito Tobías, mi hijo, y bendita tú misma, hija. Bienvenida seas, entra en tu casa con gozo y bendición.» (Tobías 11, 17)

  • La bendición del moribundo subía hacia mí, el corazón de la viuda yo alegraba. (Job 29, 13)

  • De Yahveh la salvación. Tu bendición sobre tu pueblo. Pausa (Salmos 3, 9)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina