Encontrados 188 resultados para: morada

  • Sus hermanos, los levitas, estaban dedicados a los servicios de la Morada de la Casa de Dios. (I Crónicas 6, 33)

  • Gloria y majestad están ante él, fortaleza y alegría en su Morada. (I Crónicas 16, 27)

  • y el sacerdote Sadoq y a sus hermanos, los sacerdotes, delante de la Morada de Yahveh, en el alto de Gabaón, (I Crónicas 16, 39)

  • Pues no he habitado en casa alguna desde el día en que hice subir a los israelitas hasta el día de hoy; sino que he andado de tienda en tienda y de morada en morada. (I Crónicas 17, 5)

  • Pues la Morada de Yahveh, que Moisés había hecho en el desierto, y el altar de los holocaustos, estaban a la sazón en el alto de Gabaón; (I Crónicas 21, 29)

  • Y en cuanto a los levitas, ya no tendrán que transportar la Morada, con todos los utensilios de su servicio.» (I Crónicas 23, 26)

  • El altar de bronce que había hecho Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, estaba también allí delante de la Morada de Yahveh. Fueron, pues, Salomón y la asamblea para consultarle. (II Crónicas 1, 5)

  • He querido erigirte una morada, un lugar donde habites para siempre». (II Crónicas 6, 2)

  • «Oye, pues, las plegarias de tu siervo Israel, tu pueblo, cuando oren hacia este lugar. Escucha tú desde el lugar de tu morada, desde los cielos; escucha y perdona. (II Crónicas 6, 21)

  • escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, y perdona, dando a cada uno según todos sus caminos, pues tú conoces su corazón - y sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres - (II Crónicas 6, 30)

  • escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, y haz cuanto te pida el extranjero, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu Nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y sepan que tu Nombre es invocado sobre esta Casa que yo he construido. (II Crónicas 6, 33)

  • escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, su oración y su plegaria; hazles justicia y perdona a tu pueblo los pecados cometidos contra ti. (II Crónicas 6, 39)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina