Encontrados 353 resultados para: piedras grandes
Las piedras eran doce, correspondientes a los nombres de los hijos de Israel, grabadas con sus nombres como se graban los sellos, cada una con su nombre, conforme a las doce tribus. (Exodo 39, 14)
mandará arrancar las piedras manchadas y arrojarlas fuera de la ciudad en un lugar inmundo. (Levítico 14, 40)
Luego tomarán otras piedras y las pondrán en lugar de las primeras; y también argamasa nueva para revocar la casa. (Levítico 14, 42)
Si la mancha vuelve a extenderse por la casa después de haber arrancado las piedras, y de haberla raspado y revocado, (Levítico 14, 43)
Se derribará la casa. Sus piedras, sus maderas y todo el material de la casa será sacado fuera de la ciudad a un lugar inmundo. (Levítico 14, 45)
No os hagáis ídolos, ni pongáis imágenes o estelas, ni coloquéis en vuestra tierra piedras grabadas para postraros ante ellas, porque yo soy Yahveh vuestro Dios. (Levítico 26, 1)
Sólo que el pueblo que habita en el país es poderoso; las ciudades, fortificadas y muy grandes; hasta hemos visto allí descendientes de Anaq. (Números 13, 28)
que te recompensaré con grandes honores y haré todo lo que me digas. Ven, por favor, y maldíceme a ese pueblo.» (Números 22, 17)
Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían muchos rebaños, muy grandes. Vieron que el país de Yazer y el país de Galaad eran tierra propia para el pastoreo, (Números 32, 1)
¿Adónde vamos a subir? Nuestros hermanos nos han descorazonado al decir: Es un pueblo más grande y corpulento que nosotros, las ciudades son grandes y sus murallas llegan hasta el cielo. Y hasta anaquitas hemos visto allí.» (Deuteronomio 1, 28)
¿Algún dios intentó jamás venir a buscarse una nación de en medio de otra nación por medio de pruebas, señales, prodigios y guerra, con mano fuerte y tenso brazo, por grandes terrores, como todo lo que Yahveh vuestro Dios hizo con vosotros, a vuestros mismos ojos, en Egipto? (Deuteronomio 4, 34)
Cuando Yahveh tu Dios te haya introducido en la tierra que a tus padres Abraham, Isaac y Jacob juró que te daría: ciudades grandes y prósperas que tú no edificaste, (Deuteronomio 6, 10)