Encontrados 426 resultados para: tabla de las naciones
¡Oh, ciertamente es traidora la riqueza! ¡Es hombre fatuo y no tendrá éxito el que ensancha como el seol sus fauces; como la muerte, él nunca se sacia, reúne para sí todas las naciones, acapara para sí los pueblos todos! (Habacuc 2, 5)
Por haber saqueado a naciones numerosas, te saqueará a ti todo el resto de los pueblos, por la sangre del hombre y la violencia a la tierra, a la ciudad y a todos los que la habitan. (Habacuc 2, 8)
Se planta él y hace temblar la tierra, mira y hace estremecerse a las naciones; se desmoronan los montes eternos, se hunden los collados antiguos, ¡sus caminos de siempre! (Habacuc 3, 6)
Con furia atraviesas la tierra, con cólera pisoteas las naciones. (Habacuc 3, 12)
Terrible será Yahveh contra ellos, cuando enerve a todos los dioses de la tierra, y se postren ante él, cada una en su lugar, todas las islas de las naciones. (Sofonías 2, 11)
Yo he exterminado a las naciones, sus almenas han sido derruidas, he dejado desiertas sus calles, sin un transeúnte; han sido arrasadas sus ciudades, no queda hombre ni habitante. (Sofonías 3, 6)
Por eso, esperadme - oráculo de Yahveh - el día en que me levante como testigo, porque he decidido reunir a las naciones, congregar a los reinos, para derramar sobre vosotros mi enojo, todo el ardor de mi cólera. (Porque por el fuego de mi celo la tierra entera será devorada). (Sofonías 3, 8)
sacudiré todas las naciones; vendrán entonces los tesoros de todas las naciones, y yo llenaré de gloria esta Casa, dice Yahveh Sebaot. (Ageo 2, 7)
Daré vuelta a los tronos de los reinos y destruiré el poder de los reinos de las naciones, daré vuelta al carro y a los que montan en él, y serán abatidos caballos y caballeros cada uno por la espada de su hermano. (Ageo 2, 22)
y con gran irritación irritado contra las naciones que se sienten seguras, y que, cuando yo estaba poco irritado, contribuyeron al mal. (Zacarías 1, 15)
Y dije: «¿Qué vienen a hacer éstos?» El habló y dijo: «(Aquellos son los cuernos que dispersaron a Judá, hasta que nadie osó levantar cabeza.) Y éstos han venido a espantarlos (a abatir los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno contra la tierra de Judá para dispersarla).» (Zacarías 2, 4)
Pues así dice Yahveh Sebaot que tras la gloria me ha enviado a las naciones que os despojaron: «El que os toca a vosotros a la niña de mi ojo toca.» (Zacarías 2, 12)