Encontrados 27 resultados para: Levante
Me levanté, salí a la vega, y he aquí que la gloria del Señor estaba allí, como la había contemplado junto al río Quebar; yo caí rostro en tierra. (Ezequiel 3, 23)
Y me dijo: "Hijo de hombre, levanta tus ojos hacia el norte". Levanté mis ojos hacia el norte, y vi al norte de la puerta del altar el ídolo de los celos en la entrada. (Ezequiel 8, 5)
Después el espíritu me elevó y me llevó a la puerta oriental del templo del Señor, que da a levante; allí, en la entrada de la puerta, estaban veinticinco hombres, entre los cuales vi a Yazanías, hijo de Azur, y a Pelatías, hijo de Banayas, jefes del pueblo. (Ezequiel 11, 1)
A alta mar te condujeron tus remeros. Y el viento de levante te destrozó en el corazón de los mares. (Ezequiel 27, 26)
para que ningún árbol plantado al borde del agua se engría por su altura ni levante su copa por entre las nubes, y para que no confíen en sí mismos y en su altura cuantos son regados por las aguas. Pues todos ellos están destinados a la muerte, a la morada subterránea, entre los hijos del hombre, entre los que bajan a la fosa. (Ezequiel 31, 14)
Entonces yo, Daniel, me sentí sin fuerzas y estuve enfermo algunos días. Después me levanté y me seguí ocupando de los asuntos del rey. Pero continuaba asustado por la visión, que me resultaba incomprensible. (Daniel 8, 27)
levanté los ojos, miré y vi a un hombre vestido de lino, ceñidos los lomos de oro puro. (Daniel 10, 5)
La virgen de Israel cayó por tierra y no hay quien la levante. (Amós 5, 2)
Por eso, espérame -dice el Señor- el día en que me levante como testigo de cargo. Porque he decidido reunir a las gentes, congregar a los reinos, para derramar sobre ellos mi ira, todo el furor de mi cólera; por el fuego de mi celo será devorada toda la tierra. (Sofonías 3, 8)
Después levanté mis ojos y tuve una visión. Vi cuatro cuernos. (Zacarías 2, 1)
Entonces levanté mis ojos y tuve una visión. Vi a un hombre que tenía en su mano una cinta de medir. (Zacarías 2, 5)
De nuevo levanté mis ojos y tuve una visión. Vi un libro que volaba. (Zacarías 5, 1)