Encontrados 162 resultados para: animales salvajes
esto dice el Señor Dios: Extenderé mi mano contra Edón, exterminaré de ella hombres y animales y la reduciré a un desierto. Desde Temán a Dedán caerán a espada. (Ezequiel 25, 13)
Por tanto, esto dice el Señor Dios: Mira, yo haré venir contra ti la espada y exterminaré de ti hombres y animales. (Ezequiel 29, 8)
En sus ramas anidaban todas las aves del cielo, bajo su fronda parían todos los animales del campo, a su sombra se sentaban gentes de todas las razas. (Ezequiel 31, 6)
Sobre sus despojos se posan todas las aves del cielo y en su ramaje se acuestan todos los animales del campo, (Ezequiel 31, 13)
Haré perecer a todo tu ganado junto a las aguas abundantes. No ha de enturbiarlas más pie de hombre; pezuña de animales no volverá a enturbiarlas. (Ezequiel 32, 13)
Multiplicaré en vosotros los hombres y los animales, serán numerosos y fecundos; os poblaré como antaño, seré más generoso con vosotros que anteriormente y sabréis que yo soy el Señor. (Ezequiel 36, 11)
Temblarán ante mí los peces del mar, los pájaros del cielo, los animales del campo, todos los reptiles que serpean sobre el suelo y todos los hombres de la superficie de la tierra. (Ezequiel 38, 20)
Sobre los montes de Israel caerás juntamente con tus huestes y los pueblos que te acompañan, porque te he destinado como pasto a toda clase de aves de rapiña y a las fieras salvajes. (Ezequiel 39, 4)
En cuanto a ti, hijo de hombre, esto dice el Señor Dios: Di a las aves de todas clases y a todas las bestias salvajes: Reuníos y venid; reuníos de todas partes en torno al sacrificio inmenso sobre los montes de Israel. Comeréis carne y beberéis sangre. (Ezequiel 39, 17)
Pero dejad en tierra el tocón con sus raíces; sea atado con cadenas de hierro y bronce entre la hierba del campo. Caiga sobre él el rocío del cielo, comparta con las bestias salvajes la hierba del suelo. (Daniel 4, 12)
El rey ha visto también bajar del cielo un vigilante, un santo, que decía: Derribad el árbol y hacedlo trozos, pero dejad el tocón con sus raíces en la tierra y sea atado entre la hierba del campo con cadenas de bronce y hierro, bañado por el rocío del cielo y comparta la suerte con los animales salvajes hasta que hayan pasado por él siete períodos. (Daniel 4, 20)
Serás expulsado de entre los hombres y tendrás tu morada con las bestias salvajes; hierba como los bueyes tendrás por comida y serás bañado por el rocío del cielo. Siete períodos pasarán así por ti, hasta que reconozcas que el altísimo tiene poder sobre el imperio de los hombres y se lo da a quien quiere. (Daniel 4, 22)