Encontrados 213 resultados para: cuerpo
¡Desdichado de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal? (Romanos 7, 24)
Y si Cristo está en vosotros, el cuerpo ciertamente está muerto por el pecado, pero el espíritu está vivo por la justicia. (Romanos 8, 10)
No sólo ella, sino también nosotros, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción filial, la redención de nuestro cuerpo. (Romanos 8, 23)
Porque así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos tienen la misma función, (Romanos 12, 4)
así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y somos todos miembros unos de otros. (Romanos 12, 5)
"Los manjares para el estómago y el estómago para los manjares". Pero Dios exterminará ambas cosas. El cuerpo no es para la lujuria, sino para el Señor, y el Señor, para el cuerpo. (I Corintios 6, 13)
¿No sabéis que quien se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues, como dice la Escritura, los dos serán una sola carne. (I Corintios 6, 16)
Huid de la lujuria. Cualquier otro pecado cometido por el hombre queda fuera del cuerpo, pero el pecado de lujuria daña al propio cuerpo. (I Corintios 6, 18)
¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que habita en vosotros, y que habéis recibido de Dios? Ya no os pertenecéis a vosotros mismos. (I Corintios 6, 19)
Habéis sido comprados a gran precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo. (I Corintios 6, 20)
La mujer no es dueña de su cuerpo, sino el marido; igualmente el marido no es dueño de su cuerpo, sino la mujer. (I Corintios 7, 4)
La mujer no casada y la joven soltera se preocupan de las cosas del Señor, y se consagran a él en cuerpo y alma. Pero la que está casada se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a su marido. (I Corintios 7, 34)