Encontrados 112 resultados para: historia de Jueces 1

  • Por eso el Señor Dios nuestro ha cumplido la amenaza que había pronunciado contra nosotros, contra nuestros jueces que gobernaron a Israel, contra nuestros reyes y nuestros príncipes, contra las gentes de Israel y de Judá. (Baruc 2, 1)

  • En los pleitos harán de jueces y los fallarán con arreglo a mi derecho. Observarán en todas mis fiestas mis leyes y mis preceptos, y santificarán mis sábados. (Ezequiel 44, 24)

  • Luego el rey Nabucodonosor dio orden de que se reuniesen los sátrapas, prefectos, gobernadores generales, tesoreros, jueces, magistrados y todas las autoridades provinciales, y asistiesen a la inauguración de la estatua que él había levantado. (Daniel 3, 2)

  • Los sátrapas, prefectos, gobernadores generales, jueces, magistrados y todas las autoridades provinciales se reunieron para la inauguración de la estatua levantada por el rey Nabucodonosor. Todos estaban en pie ante la estatua. (Daniel 3, 3)

  • Aquel año fueron escogidos entre el pueblo y designados jueces dos ancianos de esos a quienes se refiere el Señor cuando dice: "En Babilonia ha surgido la iniquidad de parte de los ancianos y de los jueces que se hacían guías del pueblo". (Daniel 13, 5)

  • pero no quiso decírnoslo. De todo esto nosotros somos testigos". La asamblea los creyó, como ancianos y jueces del pueblo que eran. Y la condenaron a muerte. (Daniel 13, 41)

  • ¿Dónde está ahora tu rey para que te salve? ¿Dónde tus jueces para que te protejan? Porque tú decías: "Dame rey y príncipes". (Oseas 13, 10)

  • Escuchad esto, jefes de la casa de Jacob, y vosotros, jueces de la casa de Israel, que despreciáis la justicia y torcéis el derecho, (Miqueas 3, 9)

  • Sus jueces juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por salario, sus profetas profetizan por dinero y luego se apoyan en el Señor diciendo: "¿Es que no está el Señor en medio de nosotros? ¡Ninguna desgracia nos alcanzará!". (Miqueas 3, 11)

  • Sólo emplean las manos para hacer el mal: los funcionarios exigen recompensas, los jueces se dejan sobornar por regalos, los poderosos manifiestan sus ambiciones. (Miqueas 7, 3)

  • Sus jefes son, en medio de ella, como leones rugientes; sus jueces, como lobos nocturnos que no dejan nada para la mañana. (Sofonías 3, 3)

  • Si yo echo los demonios con el poder de Belcebú, ¿con qué poder lo echan vuestros hijos? Por eso ellos mismos serán vuestros jueces. (Mateo 12, 27)


“Leve Deus aos doente; valera’ mais do que qualquer tratamento!” São Padre Pio de Pietrelcina