Encontrados 149 resultados para: holocausto

  • Añadirás una ofrenda de vino, a razón de dos litros por cordero, además del holocausto y el sacrificio. (Números 15, 5)

  • Si ofreces un toro, como holocausto, en cumplimiento de un voto o como sacrificio de reconciliación, (Números 15, 8)

  • Si el pecado por inadvertencia ha sido cometido por toda la comunidad, la comunidad entera ofrecerá un toro en holocausto de olor agradable al Señor con la ofrenda correspondiente de pan y de vino, según costumbre, y un macho cabrío por el pecado. (Números 15, 24)

  • Balaán dijo a Balac: "Quédate aquí, junto a tu holocausto, mientras yo voy a ver si el Señor sale a mi encuentro; lo que me dé a conocer, eso te diré". Se fue hacia un monte desnudo, (Números 23, 3)

  • Balaán se volvió y encontró a Balac junto a su holocausto con todos los jefes de Moab. (Números 23, 6)

  • Balaán dijo a Balac: "Estáte aquí, junto a tu holocausto, mientras yo voy allá al encuentro". (Números 23, 15)

  • Fue donde Balac, y lo encontró junto a su holocausto con todos los jefes de Moab. "¿Qué te ha dicho el Señor?", le preguntó Balac. (Números 23, 17)

  • Les dirás: Éstas son las ofrendas quemadas en honor del Señor. Diariamente, dos corderos de un año, sin defecto, como holocausto perpetuo. (Números 28, 3)

  • Es el holocausto perpetuo que se ofrecía ya en el monte Sinaí, ofrenda quemada de olor agradable en honor del Señor. (Números 28, 6)

  • Éste es el holocausto propio del sábado, con su correspondiente ofrenda de vino, además del holocausto diario". (Números 28, 10)

  • "El primer día de cada mes ofreceréis como holocausto al Señor dos novillos, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto; (Números 28, 11)

  • y por cada uno de los corderos, cuatro kilos y medio de flor de harina amasada con aceite. Es holocausto de suave olor, ofrenda quemada en honor del Señor. (Números 28, 13)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina