Encontrados 400 resultados para: poder

  • Y ellos, si dejan la incredulidad, serán injertados; pues Dios tiene poder para injertarlos de nuevo. (Romanos 11, 23)

  • Que cada uno se someta a las autoridades que están en el poder, porque no hay autoridad que no venga de Dios; y los que hay han sido puestos por Dios. (Romanos 13, 1)

  • con la fuerza de milagros y prodigios y con el poder del Espíritu Santo; de manera que desde Jerusalén en todas direcciones hasta Iliria he anunciado el evangelio de Cristo; (Romanos 15, 19)

  • Porque el lenguaje de la cruz es una locura para los que se pierden; pero para nosotros, que nos salvamos, es poder de Dios. (I Corintios 1, 18)

  • pero poder y sabiduría de Dios para los llamados, judíos o griegos. (I Corintios 1, 24)

  • Y mi palabra y mi predicación no se basaban en la elocuencia persuasiva de la sabiduría, sino en la demostración del poder del Espíritu, (I Corintios 2, 4)

  • para que vuestra fe no se fundase en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios. (I Corintios 2, 5)

  • Porque, ¿quién conoció el pensamiento del Señor para poder enseñarlo? Pero nosotros poseemos el pensamiento de Cristo. (I Corintios 2, 16)

  • que congregados en nombre de nuestro Señor Jesucristo, vosotros y mi espíritu, y con el poder de Jesús, Señor nuestro, este tal (I Corintios 5, 4)

  • Dios resucitó al Señor, y nos resucitará también a nosotros con su poder. (I Corintios 6, 14)

  • el mismo Espíritu a uno le concede el don de la fe; a otro el poder de curar a los enfermos; (I Corintios 12, 9)

  • Y así Dios ha puesto en la Iglesia en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercero, a los maestros; luego, los que tienen el poder de hacer milagros; después, los que tienen el don de curar, de asistir a los necesitados, de gobernar, de hablar lenguas extrañas. (I Corintios 12, 28)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina