Encontrados 56 resultados para: servir

  • Pero si vosotros y vuestros hijos os apartáis de mí y no guardáis mis leyes y mandamientos, que yo os he prescrito; si os vais a servir y a dar culto a dioses ajenos, (I Reyes 9, 6)

  • y les responderán: Porque abandonaron al Señor, su Dios, que había sacado a sus padres de Egipto, y se fueron a servir y a dar culto a dioses ajenos; por eso ha traído sobre ellos tantos males". (I Reyes 9, 9)

  • Godolías les prestó juramento a ellos y a sus hombres, y les dijo: "No tengáis miedo en servir a los caldeos; volved a vuestro país, servid al rey de Babilonia y gozaréis de bienestar". (II Reyes 25, 24)

  • Hijos de Amrán: Aarón y Moisés. Aarón fue elegido, con sus hijos, para servir perpetuamente en las cosas más santas: ofrecer el incienso delante del Señor, darle culto y bendecir en su nombre eternamente. (I Crónicas 23, 13)

  • Pero si os apartáis de mí y no guardáis mis leyes y mandamientos que yo os he prescrito, si os vais a servir y dar culto a dioses ajenos, (II Crónicas 7, 19)

  • Y les responderán: Porque abandonaron al Señor, el Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y se fueron a servir y dar culto a dioses ajenos; por eso ha traído sobre ellos tantos males". (II Crónicas 7, 22)

  • Sin embargo, le estarán sometidos durante algún tiempo, para que vean la diferencia entre servirme a mí y servir a los reyes de la tierra". (II Crónicas 12, 8)

  • Estableció a los sacerdotes en sus oficios y los animó a servir en el templo del Señor. (II Crónicas 35, 2)

  • Habitaron primero en Mesopotamia, porque no querían servir a los dioses de sus padres, a los dioses caldeos. (Judit 5, 7)

  • Holofernes le dijo: "Ten confianza, mujer, no tengas miedo; jamás he maltratado a los que han decidido servir a Nabucodonosor, rey de toda la tierra. (Judit 11, 1)

  • Nosotros aceptamos servir a tu padre, obedecer sus órdenes y observar sus leyes. (I Macabeos 6, 23)

  • Pero no hemos querido servir de carga ni a vosotros ni a los demás aliados y amigos, (I Macabeos 12, 14)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina